lunes, 6 de julio de 2009

Gran muestra de buena gestión: Parque "Los Dulantos"


Viví en la urbanización Monserrate dieciséis años de mi vida, la delincuencia y la contaminación era parte del día a día en mi vecindario. Monserrate es un inmenso conglomerado de casas, pasajes secretos, callejones, edificios que se extienden en cinco etapas. Cuando era niño, mi familia y yo nunca tuvimos una convivencia segura porque no sabías cuando serias asaltado o si al otro día en la puerta de tu casa pondrían una bolsa de basura pudriéndose.





Estar en medio de una calle urbanizada y un pueblo joven era un desastre; sin embargo, a los catorce años salí a explorar otros rincones de esta enamore urbe como jugando. En la quinta etapa, entrando por el pasaje Bulgaria, muy cerca de la Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO) y justo al frente de los famoso “edificios” de la urbanización se encuentra el Parque Los Dulantos, un pequeño vecindario donde residen más de treinta personas muestra su simpatía a pesar de que la delincuencia la sacudió con violencia muchas veces.


Rodolfo Serrano Chinchayán es el presidente de la Asamblea Vecinal de este sector, es decir, lo que comprende los pasajes Bulgaria, Polonia, Suiza y Calle Cinco. Él lleva residiendo en este parque apenas cinco años, pero la siente como si hubiera vivido ahí ya que se preocupa por realizar nuevas gestiones con el señor César Acuña Peralta a través de la alcaldesa vecinal de toda la urbe, Alicia Machado. Justo hace poco, se cumplieron veintiséis años de fundación de la urbanización Monserrate y fue un motivo especial para que Servicio de Gestión Ambiental (SEGAT) realizase las actividades necesarias para mejorar la limpieza de las calles mejorando de esa manera la calidad de vida de los vecinos de las diferentes zonas.




En cuanto a la limpieza, Los Dulantos fue privilegiada con uno de los veinte únicos tachos de basura que se dispuso por la Municipalidad Provincial de Trujillo solamente para Monserrate. Además, cuentan con un caño general que mantienen y usan los vecinos, racionalizando siempre el uso del agua para luego tapar el pequeño tanque que la contiene. Este orden es envidiable en comparación con otros parques.

En diciembre del año pasado lograron que la seguridad ciudadana se imponga ante la interminable delincuencia que paseaba a diestra y siniestra en el parque afectando a casi todos los moradores. “Gracias a Dios nunca sufrí ningún asalto en todo el tiempo que viví aquí, pero me molestaba la forma en la que entraban los rateros como si nada”, manifestó Serrano Chinchayán tras recordar que hace tres años dos delincuentes pudieron saquear el segundo piso de una casa en cuestión de minutos. Por supuesto, una ligera distracción le costo mucho a un inquilino estudiante de UPAO. En esa época se producían hasta ocho asaltos en una semana, pero desde entonces Machado puso mano duro y solicitó que Seguridad ciudadana escoltase el parque a partir de las siete de la mañana hasta las seis de la tarde.




Es importante tener en cuenta que la zona alberga a más de veinte estudiantes universitarios que provienen de otras provincias y sectores de la ciudad. Se podría decir que el negocio de alquiler de cuarto para universitarios es el principal ingreso que sustenta al 50% de hogares de Los Dulantos, entre ellas la casa del señor Serrano.

Cuando Serrano Chinchayán no puede hacerse cargo de los asuntos que involucran al vecindario, entonces se hace responsable la señoras Teresa y Margarita, vecinas y residentes del parque desde hace más de una década. Por el momento no hay reuniones de Asamblea Vecinal, puesto que la mayoría de personas que viven aquí trabajan y llegan tarde de sus labores. Se dio una buena oportunidad meses atrás de reunir a diferentes presidentes de las juntas vecinales de Monserrate, por medio de Servicio Social, en UPAO para discutir diversos asuntos que preocupan a la gran urbe.



Por otro lado, Sabina Guarcaya de Lavado es una próspera negociante que satisface las necesidades de los vecinos del parque Los Dulantos. La tranquilidad que ahora es parte de la zona le ha permitido tener cada vez más ganancias con el esfuerzo de su trabajo. Su bodega funciona desde hace doce años y demuestra al público que sus buenas condiciones dan lugar a la buena calidad de productos de primera necesidad que poseen más un stand lleno de regalos para niños y adultos, complementado sus servicios con un pequeño bazar repleto de materiales de librería: lapiceros, cuadernos, cartulinas y demás útiles para escolares.

“Afortunadamente, no hay contaminación sonora sino no podríamos darnos cuenta si alguien quiere entrar aquí de noche”, expresa doña Guarcaya quien vive aquí desde hace veinte años. Ella está realmente contenta con las gestiones que se mantiene con Acuña Peralta, puesto que la limpieza le ha dado un nuevo “look” al parque. Una gran oportunidad para posicionarse con nuevos consumidores quienes representan su público potencial, muchos de ellos provienen de la cuarta etapa, es decir, en los edificios y calles que dan frente a este rinconcito de la prosperidad.

Felizmente, todo está machando en orden en Los Dulantos y es agradable observar como han combatido la delincuencia y se han preocupado más por la limpieza, mientras que otras zonas que han sido hermosas hace siete años ahora no son ni la sombra de lo que fueron. Serrano Chinchayán, actualmente, está gestionando la construcción de un monumento de Cesar Vallejo en la parte central del parque, aprovechando el excelente estado de los jardines que adornan los cuatro pasajes donde termina Monserrate.











domingo, 17 de mayo de 2009

Desde el campo de batalla: Elecciones universitarias en UPAO


La historia se vuelve a repetir, hace dos años pasó lo mismo. Una serie de alborotos se armaron dentro y fuera de las instalaciones de la famosa Universidad Privada Antenor Orrego. ¿Por qué? La razón es muy sencilla: elecciones universitarias.


Desde las siete de la mañana de ayer, viernes 15 de mayo, una larga fila de estudiantes se extendía desde la puerta de entrada – ubicada frente a la Urbanización UPAO, a una cuadra de Plaza Vea- hasta antes del colegio Alexander Fleming en la Avenida América Sur. Era todo un batallón, los estudiantes trataban como siempre de aprovechar la distracción de algunos otros alumnos para meterse en la cola porque algún primo o amigo suyo estaba ahí. Y para colmo, todo el mundo que lucía chompas y casacas tuvo que sacárselas de inmediato porque el sol se asomaba alrededor de las nueve de la mañana.


El batallón ULD

A las diez de la mañana, mientras la larga mancha de universitarios aún seguía esperando su turno para entrar, surgió un cántico que retumbaba el unísono: “Vicia tu voto”. Ni siquiera las combis ni los micros hacían la suficiente bulla - ni con claxón- para superar a la entusiasta voz de los integrantes de Unión de Líderes para el Desarrollo (ULD). Como decía uno de ellos, quien no quiso identificarse: “somos pocos, pero somos”. Era cierto, ellos estaban decididos a acribillar a quien se les opusiere en su lucha contra “la corrupción”.

Un sujeto con casco de soldado gritaba y bailaba, algo exacerbado, declaraba a cada estudiante que veía en esa larga fila lo malo que harían si eligieran al partido rival; Integración Estudiantil para el Cambio Orreguiano (IECO). Carlos Franco, líder de la aguerrida agrupación, junto a otros estudiantes como Kevin Haro y ex estudiantes como Daniel Cabeza, egresado de la Escuela Profesional de Derecho, alzaron su voz apara defender lo que ellos creían que era correcto.

Un portavoz sujetaba su bocina y expresaba la indignación que sentía al observar miles de alumnos cual becerros en un establo. Por supuesto, ellos no integraban las listas de elección. Para ellos la democracia se daba si lograban que la mayoría de estudiantes viciaran su voto. Era sólo cuestión de tiempo para saber que partido quedaría como líder hasta las próximas elecciones. Muchas carpas estaban tendidas en el suelo justo al frente de la puerta de entrada. ¡La policía apareció! Las macanas y las pistolas no amedrentaron a los adalides de camiseta azul.


La trinchera IECO

Aún en el campo de batalla, mientras algunos simpatizantes de ULD conversaban con un público cada vez más confundido, la agrupación IECO emprendía también su lucha colocando sus carpas cerca de las de su rival. Desde el principio se sabía que solo existiría una lista para votación; esa era de IECO. ¿Favoritos o no favoritos? De todas formas la gente tendría dos opciones; o votar por ellos o simplemente “viciar el voto”.

Al contrario de ULD, los miembros de IECO sólo esperaban a que las elecciones acabasen. No hicieron ningún tipo de propaganda, ni publicidad, ni BTL (Below the Line), no trataron de convencer a nadie y no se desesperaron por ir a pelearse con sus oponentes; ellos sólo observaban todo y coreaban “Vota por IECO”, una frase tan simple que a decir verdad a muchos no los convencían fervientemente.


Los aliados JOE

A lo largo de estas tres semanas de tensión electoral en las aulas universitarias y afuera de ellas – en las carpas cerca de la pista- mucha gente se preguntaba qué era esa bandera verde estampada en ciertos postes de la avenida. La respuesta es muy sencilla; la aparición de un nuevo grupo activista estudiantil, quienes se hacen llamar Juventud Orreguiana para el Éxito. Ellos aparecen este año y al darse cuenta que luchan por la misma causa que defiende ULD, se unieron al partido. De manera circunstancial y con mucho furor ellos también cantan: “Vicia tu voto”.


¿Qué dicen los estudiantes?

No hay objeción para callar lo que uno piensa. Ante esta situación, muchos ni siquiera querían opinar; era solamente una regla más para obedecer dentro de la universidad. La multitud se dejó atraer más desde un principio por el escándalo que se produjo el Lunes 27 de abril del presente, cuando tres alumnos: Carlos Franco, Gabriel Muñoz y Daniel Cabeza fueron agredidos en la puerta principal de la universidad cuando la policía les cerro paso, negándoles de esa manera la muestra de una resolución por parte de la casa de estudios para poder postular en la lista.


Digamos que este fue el primer paso para detonar una bomba que estaba escondida desde aquel día en abril del 2007 cuando el mismo Carlos Franco junto a otros alumnos entraron hasta la Facultad de Medicina a declarar ciertas “verdades incómodas” para los dirigentes de la universidad.

Desde luego, es perverso e ilógico pensar que en una universidad privada, donde se supone pagas tu dinero y obtienes educación, se den este tipo de protestas. Desde luego, no se pide callar, pero es extraño que algunos estudiantes quienes huyen de universidades como la Nacional para librarse de las huelgas, tienen otra vez que observar en las mismas calles-fuera de la universidad- carpas con inscripciones que dicen: “Huelga de Hambre”.

¿Qué es lo que está pasando? Era muy notoria la cara de desidia de los estudiantes, mas bien diría “caras de fastidio ante tal innecesarias elecciones que al final de cuenta le hacen perder el tiempo a muchos y a otros solamente vacilarse de tal contradicción.

sábado, 16 de mayo de 2009

María y Diego. Entre jirones e ideales


María, una madre que tuvo que dejar su pueblo

La pobreza azota con el látigo de la cruda realidad en las calles de nuestra ciudad. Trujillo, una vez más, se convierte en el albergue de innumerables casos de indigentes que mendigan todos los días en busca de un pan, un plato de comida en el almuerzo, un si a todas sus necesidades. Dos casos que podemos ver es el de María, una madre que dejó su tierra hace unos días y que no la pasará muy provista de regalos este Día de la Madre, mientras que por otro lado tenemos a Diego, un niño de diez años que se gana la vida vendiendo dulces.

Una bolsa de caramelos en el piso, una pollera vieja y polvorienta y dos niños en cada brazo; es el aspecto de María Cerrón Chávez; una efigie de la pobreza en nuestra ciudad. Hace un mes tuvo que dejar su pueblo natal Porcón –Cajamarca- con sus hijos y su esposo, José Cuevas Valdéz para conseguir mejores ingresos.

Todos los días, María se levanta a las 6 de la mañana para vestir a sus mellizos, Elías y Esther, quienes acaban de cumplir 5 años el mes pasado. Al terminar el desayuno, tres panes y una taza de avena, la madre sale con sus hijos de aquel terreno alquilado por su marido ubicado en la calle Nápoles de la Urbanización Jorge Chávez. Después viene a un rinconcito de la cuadra 5 del jirón Pizarro a continuar con el trabajo de cada día; vender caramelos, chicles y tofis.

María, al igual que otras mujeres pobres oriundas del Perú, es sinónimo de negligencia emocional, falta de educación, falta de mejores alternativas. Ahora, con 40 años de edad, Cerrón Chávez se lamenta y renegando de su suerte dice. “Ya me regreso a mi tierra dentro de 20 días”.

¿Te alcanza el dinero para pagar el arrendamiento del terreno donde vive?
Es que al mes sacamos cuarenta soles, a las justas. Eso nos alcanza solo para el local pero ya no este mes porque nos vamos a ir. Hemos tenido que dejar de comer por pagar ese terreno.

¿Por qué viniste aquí en Trujillo?
Vine acá por mejores oportunidades para mis hijos, aunque sea para comprarles un tarro de leche.

¿Siempre fuiste muy pobre?
No, no así. Lo que pasa es que cuando tenía 20 años me escapé de mi casa. Abandoné la casa de mis padres para irme con mi esposo.

¿A qué te dedicabas en Cajamarca?
También vendía caramelos.

¿Te dedicabas a otros quehaceres?
Bueno, a veces lavaba ropa y cocinaba para algunas señoras.

Los mellizos están con gripe. Elías, de aspecto inquieto, besa a su madre y se recuesta en sus faldas para contrarrestar el intenso frío que recorre la ciudad en las últimas horas de la tarde. Esther, una muñequita, se mantiene sonriente y callada, observa las calles de lado a lado esperando que alguien se compadezca de su humilde condición. Ellos ya van al nido, en Cajamarca. María ha tenido que pedir permiso a la profesora para venir a Trujillo con los pequeños.

Al acercarme a ellos les pregunté qué es lo que querían ser cuando lleguen a ser jóvenes. Elías, aún confundidos y timoratos no respondieron. La madre solo contesto que iba a llevarlos a la universidad para que estudien, a toda costa.

¿Cuánto ganas al día?
Tres solsitos nada más, señor. Es lo único que se puede en esta época.

A pesar de ello, María afirma que si completa sus tres comidas al día: desayuno, almuerzo y cena. Para el almuerzo y la cena, María y su familia solamente comen arroz, algunas veces acompañado de un huevo frito o lenteja serrana.

En este día de la madre, María no la pasará a lo grande. Los gastos se van sumando y ellos tienen que regresar pronto a su tierra. Aún así ven como la gente los ignora y prefieren no mirar a aquella realidad que se trata de la pobreza extrema en nuestro suelo patrio.

La reducción de la población iletrada en las zonas rurales también es mayor, habiéndose logrado descender de 29.8 por ciento (censo de 1993) a 19.7 por ciento (censo de 2007), lo que constituye una disminución de 10.1 por ciento. Sin embargo, su condición no le ha permitido seguir adelante y dar más por si misma y su familia. Es una lástima que gente tan dispuesta físicamente para permanecer horas sentado en una calle pidiendo limosna o vendiendo caramelos no pueda valerse por si misma de otra forma. Y es que, las oportunidades no son iguales para todos en un ambiente de ignorancia y falta de información.

Diego, un trabajador precoz

Las calles de la ciudad amenazan aún con una fuerte ola de frío a tempranas horas de la noche; sin embargo, él sigue sentado en aquel pasaje de la calle Orbegoso, justo al costado de la casa de la Emancipación. Se trata de Diego Joel Alfaro García, quien con tan sólo 10 años ya trabaja para pagar sus útiles escolares.

Sus padres, Mario Alfaro Peña y Luisa García Noriega, también venden en las calles del centro. “Por allá están”, manifiesta Diego mientras mira atentamente a cada taxi que pasa y cada persona que transita. Muy atento a su pequeña bolsa de dulces, Diego espera a que nadie lo ignore. Sin embargo, no basta con solo estar sentado y mirar. Por esa razón, él no calla y, de manera avispada, seduce a los transeúntes con una voz delicada que hasta el más duro de los hombres se conmovería.

¿Dónde vives?
En el Alto Trujillo.

¿A qué hora terminas de trabajar aquí?
Desde las siete hasta las nueve de la noche.

¿Cómo haces para regresar a tu casa desde tan tarde?
Me voy en colectivo nomás.

¿Cuánto tiempo llevas trabajando?
Dos meses recién.

Son diez soles diarios lo que gana al día. No se puede quejar, le gusta lo que hace y es que, ya encontró nuevos amigos. Unos de ellos, es su mejor amigo, César. Diego dice que la otra vez se peleó con él porque César es muy espeso y la última vez le dio un puñetazo en la cara. Los dos están aún peleados.

Una de las aspiraciones de Diego es ir a la universidad y sabe que si persevera mucho lo logrará. Lamentablemente, cinco de cada diez niños realmente lo logran. La educación aun sigue siendo un asunto a tratar profundamente porque anda muy mal.

¿En qué colegio estudias?
Yo, acá en el colegio Municipal. Queda por el mercado Unión.

¿En qué grado estás?
En quinto grado de primaria.

¿Qué quieres ser cuando seas grande?
Quiero ser policía y también abogado.

¿Por qué quieres hacer eso?
Para agarrar a los choros que paran por mi casa molestando.

Su hermanito se llama Eduardo y es cuidado por Diego cuando él no está ocupado. “Mi hermanito también va a ser policía como yo”, dice el humilde niño con un rostro maltratado por el cansancio y la falta de higiene.

El Perú, afortunadamente, viene disminuyendo su nivel de pobreza, la que, de afectar al 44.5% de su población en el año 2006, ha pasado a afectar al 39.3% en el 2007. Ello le ha permitido descender un puesto en este poco halagüeño ranking, pasando del puesto 9 al 10. No obstante, se debe señalar que el porcentaje de nuestro país se ubica aún muy por encima del promedio latinoamericano, el cual es de 34.0%. A pesar de la crisis mundial financiero del año pasado (2008), nuestro país se sabe mantener y no se ha producido un incremento en los niveles de pobreza en nuestra ciudad y otros pueblos.

La Iglesia de los Pobres, SAN LORENZO



El centro histórico de Trujillo posee muchas virtudes que deleitan la mirada de cientos de transeúntes. Muchos devotos de la fe cristiana católica visitan los numerosos templos que transcriben cientos de años de historia dentro de nuestra ciudad. La Catedral, La Iglesia del Carmen, Santa Clara, Santo Domingo, San Francisco, muchos santos pero casi nadie visita San Lorenzo, “la iglesia de los pobres” que actualmente proyecto una imagen descuidada.

La famosa reliquia de épocas coloniales, conocida como “la iglesia de los pobres” por albergar a muchos indígena maltratados en su merced, se encuentra entre los jirones Ayacucho y Colón, de modesta arquitectura, en su interior se pueden apreciar el retablo mayor de estilo Rococó (1774), un cristo yacente de invalorable factura, un mural al fresco del maestro mochero Pedro Azabache es el atractivo más saltante que no puede dejar de ver en esta modesta iglesia.

La fachada de la Iglesia San Lorenzo tiene un portón de madera a dos abras con sus postigos, clavos ornamentales. Tiene un arco de medio punto, con archivolta, que descansa sobre impostas. Tiene enjutas. Posee un entablamiento, friso y cornisa. En la parte superior hay un frontón curvo partido. Hay una hornacina, con la imagen de San Lorenzo son característicos del Perú septentrional en el siglo XVIII, que se erigió con posteridad al terremoto de 1759.

Las pilastras contiene elementos jónicos en la primera, y en la segunda hay hornacinas, pilastras, entablamento, tiene pináculos, tiene una cupulita y remata en una cruz latina de madera. En la parte interna, la planta es una cruz latina, es de una sola nave y está constituida por: El coro alto, La nave presenta una arquitectura modesta, la bóveda es de cañón corrido y está conformado por ascos de tablas.

Este templo eclesiástico fue reedificado en tiempos del obispo Francisco Javier Luna Victoria quien tomó el cargo en 1759, justo el año del sismo, por ello la restauración debió llevarse a cabo durante su obispado, en la segunda mitad de los años 60, culminándose con la ejecución de su retablo mayor.

Es una de las iglesias menores o vice parroquial de Trujillo, siendo una de las más antiguas data de la segunda mitad XVIII. De modesta arquitectura, como que estuvo al servicio de las clases pobres o populares, como ya se mencionó fue reedificada gracias al financiamiento del obispo Luna Victoria, quien tuvo a cargo el financiamiento de los templos afectados por el sismo de 1759.

En su interior se pueden apreciar el retablo mayor de estilo rococó (1774) un cristo de invalorable precio, un mural al fresco del maestro mochero Pedro Azabache, es el atractivo más resaltante que no se puede dejar de ver en esta modesta iglesia. El Retablo Mayor es una obra fabricada alrededor de 1770, una creación original e ingeniosa. Las columnas están compuestas por hileras de urna y sobre la cara de cada una hay una concha o planta estilizada.

El ancho y cerrado tabernáculo (de estilo neoclásico de plata y un nicho dorado en la parte superior) que guarda la estatua dedicatoria es la nota dominante en la estructura. Los motivos rococó se hallan subordinados a un esquema bien organizado. El escudo carmelita en el tabernáculo indica que fue traída de Santo. Las columnas en espiral pertenecen a este altar.

San Lorenzo lleva un hábito blanco y casulla dalmática de color rojo, está casi a la entrada y mira hacia el piso como adolorido de cargar en el un martirio. En su mano derecha lleva una parrilla, su símbolo iconográfico. En la mano izquierda lleva una iglesia. En la cabeza lleva una aureola que significa el resplandor que corresponde a la gloria alcanzada por sus méritos y virtudes.

El santo patrón de esta casa de Dios fue, en vida, el archidiácono del Papa Sixto II, que fue ejecutado durante la persecución de Valeriano. Lorenzo guardó todos los bienes de la iglesia, contra el Pode del estado. El prefecto lo citó y le exigió la entrega de toda la fortuna de la iglesia. Lorenzo lo llevó un templo y le mostró a los ciegos, mudos, paralíticos, que estaban allí reunidos, estos son nuestros tesoros” el prefecto interpreto tales palabras como un escarnio y ordenó el suplicio.

El santo fue azotado con escorpiones, golpeado con bolas de plomo. Su fortaleza indujo a muchos soldados a convertirse en cristianos, encolerizado por esto del prefecto hizo tender a Lorenzo en una parrilla colocada sobre las brazas. Transcurrido algún tiempo, el santo dijo con toda tranquilidad. “Ahora ya puedes mandar que den vuelta a mi cuerpo, pues de este lado ya esta bien asado” cuando también la otra parte estuvo tostada y abrazada por las brazas dijo: “Ahora mi carne está completamente asada, ya puedes comer de ella”. Elevó sus ojos al cielo y expiró.

Las esculturas aguardan un misterio, el silencio golpea las paredes y las imágenes hablan con voz sigilosa. Cristo Redentor, San José con el Niño, Divino Niño Jesús, la Virgen de Fátima son vivas manifestaciones de una época donde los pobres se arrodillaban y clamaban por amor y misericordia ante una sociedad aún injusta.

En el lado izquierdo, se encuentra la figura de La última cena, también se encuentra expuesta “La Virgen de Guadalupe”. En el lado derecho tenemos el cuadro de San Antonio, La Crucifixión, San Pedro, La Piedad y las estaciones de la pasión de Cristo, que son catorce en total.

Son cuatro las personas que permanecen en el templo durante casi todo el día muy a parte del sacerdote; la secretaria, el sacerdote, el joven que toca la guitarra y el monaguillo. Ruperto García es el actual sacerdote de la iglesia y ya lleva aquí ya más de 10 años de labor. Las ceremonias se realizan a las seis de la tarde, don Ruperto debe apurarse sin dejar espacio a alguna petición de fe antes.

Julia Díaz García es la secretaria del templo desde hace tres meses. Su parca y cauta apariencia son muestra de ciertas doctrinas religiosas que recibió de muy joven en este monasterio. “Ser sobrina del Padre Ruperto García no ha sido tarea fácil”, dice mientras sonríe tímidamente con la mirada centrada en el escritorio.

La actual apariencia descuidada de la iglesia se debe a algunas coordinaciones con el Instituto Nacional de Cultura conjuntamente con los miembros de esta antigua casa eclesiástica. Ellos reciben apoyo de la Advenida de Alemania; sin embargo, la señorita Julia dice: “Es difícil hacer un cambio dentro de la fachada o dentro del templo porque las coordinaciones que hemos intentado hacer dentro de la iglesia son inaccesibles. Siempre están poniendo trabas y el proceso es lento”.

¿Es que acaso el ministerio de cultura dentro de nuestra ciudad anda tan descuidada que ya no hay apoyo para las iglesias como San Lorenzo?, o es que quizás ¿ se trata de la mala administración que las autoridades de la prestigiosa casa cultural no quieren aceptar?